domingo, 4 de octubre de 2015

Pensó en rasgarse las vestiduras.





Aunque pudiera ser una solución no la adopto. Llevaba demasiado tiempo aguantando a esas personas. Al principio le parecieron extrañas pero ahora, después de todo este tiempo sabía que eran crueles.

Desde el principio lo consideraron aparte, su sola opinión les parecía alterar. Poco a poco aprendió a escuchar callado todas aquellas majaderías que se les ocurrían, el pensaba que estaban equivocados pero aprendió a callar.

Y ahora los tenía a su merced. Ese día que tanto había deseado había llegado ya. Y se sorprendió a si mismo mirándolos con ternura, una ternura que no habían tenido nunca ellos para con él. Eres de otra pasta, se dijo, y mirándoles a su rostro deseo echarse a reír pero no lo hizo.

Soy mejor que ellos.

Lo malo es que mañana ya no recordaran esto y la rueda volverá a atraparme.


Volvió la cabeza y se alejó.





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