Aunque nací en tierras de secano siempre me ha apasionado el mar. Hace ya
un tiempo que no lo contemplaba y ya tenía ganas. Al doblar aquella curva vi la
mancha azul a lo lejos, ya estoy aquí pensé.
Llegamos a aquel hotel y rápidamente subimos a la habitación, lo justo para
dejar las cosas y ponernos los bañadores. Nos dirigimos a la playa.
Hasta que no salimos de allí no apreciamos el calor que hacía esta mañana.
Por la playa se perdona todo, pensé, adelante. Cargado con la sombrilla, la nevera y un
par de sillas fui el primero en tocar aquella arena.
Aun no me había sentado cuando un niñito muy pequeño atravesó mi toalla descargando un cubo con agua y arena encima de ella. Y no tiene padres este hi…. bueno calma, es casi un bebe, lo importante es que he venido a disfrutar de esta playa y nada ni nadie me lo va a impedir.
"El próximo año me voy a la montaña" dije en voz alta con un cabreo
monumental.
Eso ya lo dijiste el año pasado y mira donde estamos, dijo mi hijo pequeño
mientras sonreía….