sábado, 10 de octubre de 2015

La belleza del abandono





Aquel día te encontré en la calle. Cuando te vi sonreíste. Aquella sonrisa me acompañaba en mis largas noches, era como el reclamo a mis sueños de pasión, de amor, de futuro.

Hola te dije, y mientras te miraba a tus ojos notaba que me inundaba la felicidad. Esa era la razón de una vida ya marchita, de una edad desproporcionada a mi corazón, a mi sentir y a mi ser.

Después poco a poco, comencé a hacerme ilusiones, un día mas, a que hoy sería el día que pudiera acariciar esos labios con los míos. Bendita ilusión perdida, pasaron los segundos, los minutos, las horas, ni una palabra, ni un gesto, intente adivinar como sería un sueño, como sería una vida a tu lado.

El día termina, la noche nos amenaza y volvemos a este mundo, una mirada, una palabra bonita, una despedida.


Nada más




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