domingo, 29 de noviembre de 2015

En su pueblo lo llamaban el Doctor



Una tarde de verano marcho hacia la capital. Recuerdo su cara y su atuendo, pero sobre todo esos ojos de angustia y miedo al futuro.

No quería imaginar su vida lejos, allí era feliz,

Treinta años después salía una noche de la clínica. Había llegado a una simbiosis tal con su trabajo que hasta conduciendo su Jaguar de camino a casa gestionaba la ocupación de los quirófanos de los próximos días.

Un impacto le devolvió a la realidad. Enojado miro hacia atrás, Acababa de comprar ese coche, nervioso golpeó en el volante y salió. 

El filo de la navaja en su cuello le devolvió a la realidad, no entendía nada. La sonrisa de aquellos tipos le devolvió al miedo que sintió al salir de su pueblo.

Le empujaron hacia el otro coche, la rabia y el miedo atenazaban sus sentidos, risas y golpes, ¿por qué? se preguntaba ¿qué quieren de mi?.

Lo sacaron del coche en un garaje, un tipo alto y desgarbado le miro a los ojos -imbéciles, este no es. Os habéis equivocado otra vez- Otros golpes y cayo al suelo.

Un fuerte ruido y un terrible escozor en el vientre.




El solo quería estudiar….





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