viernes, 19 de febrero de 2016

Gire la manilla de la puerta



Gire la manilla de la puerta, presione levemente y apareciste ante mí. 

Nunca habría sospechado encontrarte allí. Te recordaba de mi niñez cuando correteaba por el jardín. Fueron unos años intensos y maravillosos en los que mi mayor preocupación era encontrarte para jugar contigo. 

A veces, coincidiendo con mis malos momentos, suelo recordar tus ojos taladrándome a mi lado. Nunca supe lo que pensabas en aquellos momentos, no voy a decir ahora que me quite el sueño pero.... ¿que no hubiera dado para saberlo? 

Ahora, muchos años después, me ha sobresaltado tu imagen, ha sido como si retrocediera en el tiempo para sentir aquellos aromas, para ver aquellos bonitos ojos y sentirme niño una vez más. Por un momento he pensado en dejar todo y comenzar una nueva vida para ser aquella persona que imaginaba en mi infancia y juventud pero enseguida he desistido, tengo muchas hipotecas de todo tipo sobre mí. 

Finalmente he cogido tu foto y he huido, así estarás siempre conmigo mi fiel perro Treski.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario