lunes, 5 de septiembre de 2016

El cartel




Aquella mañana apareció un cartel en el tablón de anuncios de la urbanización. Este consistía en una hoja tamaño A3 con dos números y un signo enorme en su interior.

Decía: 6 – 2

Si hubiéramos puesto una cámara nos hubiera llamado poderosamente la atención la expectación que aquellos tres signos generaban en todos los que pasaban. Cada uno le daba un significado distinto según su estado de ánimo y sus gustos en la vida.

Manolo, el vecino del patio 7 lo miro y después de sonreír comenzó a pensar en los partidos jugados el fin de semana anterior. Azalea, la del Ático del patio 3 se froto la barbilla y huyo asustada después de unos minutos con paso firme hacia la calle.

Incluso Fermín, el portero, creyó intuir un mensaje relacionado con sus turnos de trabajo mientras observaba con interés y cierta desconfianza las reacciones de algunos vecinos, sobre todos los que consideraba que no lo tragaban.

Aquella jornada muchas personas se pararon delante de aquel cartel que al principio les parecía absurdo y después les intrigaba, a más de uno o una les impediría conciliar el sueño esta noche.



Fuimos a salir por la tarde, después de nuestro trabajo en la oficina nos apetecía andar, te cogí de la mano y te acerque al tablón. Al momento sonreíste y me diste una leve y cariñosa patada, jaja reías a carcajadas.

Tonto, me dijiste.

¿Qué les importa a los vecinos lo que hicimos anoche? 






2 comentarios:

  1. Qué bueno, Rafael. Es increíble cómo cada uno tenemos una percepción distinta del mismo objeto. Yo también estaba expectante por saber el significado de esas dos cifras y me ha encantado conocerlo. Un abrazo

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  2. ¿Tu crees? jaja Un abrazo muy, muy fuerte.

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