Bajo del automóvil, sabia que el paso que estaba a punto
de dar no tendría vuelta atrás.
Sus miradas se cruzaron, no sabia como definir lo que sentía
en aquel momento. La pena lo atenazo –es mejor así para los dos- le dijo
susurrando.
Exhalo el poco aire que le quedaba y noto las lagrimas que
le llegaban a las mejillas.
Se que me arrepentiré, tantos años juntos, pero es mejor así,
ya lo veras.
Ella lo miraba en silencio.
Sabes, le dijo mientras recorría el espacio que los
separaba, la nuestra ha sido una historia bonita, has sido una parte importante
de mi vida y se que te echare de menos, pero no hay otra solución.
Cerro los ojos y dudo unos instantes.
Lo tengo que hacer.
Abrió la puerta y se aferro a ella. Con cuidado la bajo del
coche y susurrando un triste -lo siento- la deposito en el suelo.
Miro aquella horrible estatua y se marcho.
A veces en la vida la realidad no es lo que parece….
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