Lo cierto es que siempre me había preguntado por los secretos que se escondían
tras aquella puerta azul.
Azul como tus ojos, azul como esa flor que un día te regale, azul.
Y susurrabas una canción, me esforzaba por oírte tanto como tú intentabas
no molestar. Oír tu voz me hacía soñar en un día que por fin te dieras cuenta
que estaba allí. Mientras tanto intentaba cruzarme contigo y sonreírte en aquel
pasillo de la residencia.
Cuando recuerdo aquellos años siento una vida oscura y al fondo una única luz, la que irradiabas
tu.
Y día tras día soñando en que me vieras al pasar junto a ti, que levantaras
aquellos hermosos ojos que conocía tan bien y me miraras, que descubrieras esa
sonrisa que solo existía por y para ti, aquella vida que no entendía sin ti a
mi lado. Pero nunca ocurrió.
Han pasado tantos años….
A veces imagino como serás ahora, aquel pelo rubio, aquellos ojos azules,
aquella mirada que me esquivo siempre, y sobre todo tu voz, aquella maravillosa
voz.
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