Erase una vez un alma
Un alma llena de poesía, un día alguien decidió que bajara a la tierra. Para ello
busco un cuerpo anónimo.
Tenia unas condiciones, la primera es que amara la música,
la luz y las personas.
Busco y creyó encontrar la criatura mas parecida. Modulo su
mente y le dejo crecer, al principio pensó que se había equivocado, pero con el paso
de los años supo que no.
Aquella persona que se emocionaba por la música, que lloraba
ante una poesía creyó que era su herramienta para cambiar este mundo, pero poco
a poco comenzó a darse cuenta que había herrado en el tiempo.
Aquella rara avis, aquel cumulo de bondad y armonía se sentía
marchito, triste, buscaba una época inexistente, un futuro que ya no existía,
una vida que le había abandonado antes de nacer.
Aguanta le dijo, pero era ya demasiado tarde, aquella vida,
aquella existencia lo había consumido antes de nacer.
Te recordare toda mi vida Álvaro…
No dejes de escribir nunca, Rafa, aunque haya veces, como con este relato, en las que me arranques una lágrima. Me ha parecido precioso. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Ana, y tú no dejes de darme tu opinión que para mi es preciosa. Te agradezco tu comentario. Por cierto me gustaría hacerte una sugerencia sobre la imagen de tu blog....
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