No te había visto nunca, solo unas palabras por una red
social. Al entrar en aquel pub el nerviosismo me impedía estar quieto. No sabia
si vendrías….
Todo paso como un suspiro, un mensaje, varias palabras y
unos días después allí estaba con mi boca seca, esperándote. Saber como serias
me había impedido dormir aquella noche, después toda una mañana de desasosiego
con solo una pregunta que me atormentaba ¿estarías allí?
Mire a la camarera y pedí una tónica, el ruido me hizo preguntarme si la elección había sido
correcta, otra pregunta para inquietarme aun mas.
Ojee mi reloj, era mediodía, pronto los niños saldrían de la
escuela aquel lluvioso día, pero a mi alrededor todo eran preguntas….
Unos minutos después entraste, estabas preciosa. Pensé que
solo faltaba una música que te acompañara, por ejemplo de Albinioni, mire tus
ojos y me encontré en ellos. Un minuto después sentí que te conocía de toda la
vida.
Entusiasmado hablaba sin dejar de mirarte, todo de ti me
encantaba, te sentí perfecta y me dieron ganas de abrazarte para sentirte mas
cerca de mi, para aspirar tu aroma, para sumirme en tus sueños de vida, de alegría
y de razón, una razón que perdía a cada momento que estaba junto a ti.
Me hablaste de tu vida, yo de la mía, me narraste tus
sentimientos, yo mis pasiones, cerré mis ojos y poco a poco empecé a entender
que eras la mujer de mis sueños.
Entonces sonó aquel ruido, abrí los ojos y vi a ese doctor
ceca de mi. Me puso su mano en la mía y con una sonrisa forzada me dijo que no había
sido nada, que había tenido suerte de que el atropello hubiese ocurrido tan
cerca del hospital.
Mi pecho me ardía, intente mirar y solo vi nubes, entonces comprendí
que aquel había sido mi ultimo sueño….
No hay comentarios:
Publicar un comentario