Desde que empezó a hablar a Julia le costaba
hacerlo con normalidad. Sus padres la llevaban a una guardería donde la
encargada del comedor día tras día presionaba a los niños para que comieran
rápido. Así ella salía al patio y podía saborear a escondidas aquel tabaco-
Poco a poco sus padres se convencieron que
julia tartamudeaba y decidieron llevarla a un especialista. Después de muchas
tardes a su lado vieron claro que no evolucionaba.
Estaban muy preocupados.
Un día llamó a su padre un amigo, Ángel tenía por
nombre, estaba unos días en la ciudad y quería verlo. Quedaron una tarde al
terminar las clases. Julia llamo la atención de Angel, este vio en sus ojos una
ternura que nunca había sentido.
Su padre le narro los problemas de Julia, el
la miraba y sentía que le buscaba. Unas horas después decidió quedarse a vivir
en aquella ciudad.
Ángel adoraba la música, con los pocos ahorros
que tenia compró un piano. Desde el primer momento decidió implicar a Julia. Recuerdo
el día que lo llevaron a casa, el entusiasmado llamo a Julia.
Ven, tengo una sorpresa para ti, Aquel ángel
contemplo el enorme artefacto y se encogió de hombros. El se sentó y entono
aquella melodía. Nunca le salió mejor.
Poco a poco Julia aprendió a amar aquel
instrumento y casi sin darse cuenta su habla empezó a ser normal.
Aquel año, segundo del instituto supo que Ángel
era algo especial para ella, al terminar la tarde se lo confió y el sonrió.
Nunca mas lo volvió a ver.
Unos años más tarde le pregunto a su padre, ¿Ángel?
No se a quien te refieres.
Ella sabía que no lo olvidaría nunca, mi ángel….
Qué historia tan, tan preciosa. Me he enamorado de Julia, que me la imagino mirando el mundo con sus ojitos asustados, y de Ángel, tan sensible. Me he quedado con las ganas de seguir leyendo. Un beso, Rafael
ResponderEliminarGracias Ana eres un verdadero cielo. Un beso muy, muy fuerte
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