Hace unos días estaba cenando con unas personas a
las que aprecio y en el centro de la mesa había una vela. Según anochecía la
llama cobraba un mayor protagonismo.
En un momento dado observe que todos los asistentes estábamos pendientes de ella.
Tú me dijiste que ya tenía tema para mi blog y efectivamente así era….
Siempre que contemplo una llama ya sea de una insignificante vela o de una enorme hoguera siento una fascinante atracción por ella. Sera el fuego, será su danza, no lo sé pero me resulta imposible apartar mi mirada de ella.
Ciertamente la adoro.
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