Quien no ha soñado mirándola. Como cada noche su sola presencia nos excita o nos tranquiliza.
Cuantas veces hemos ansiado estar en ella, poseerla.
Fiel a la oscuridad, como una acompañante que nunca descansa aparece. Haga frío o calor, sea lunes o viernes, ni siquiera notamos su presencia, pero está allí, siempre a nuestro lado
Un día soñé con acercarme más, pensé por un momento que éramos uña y piel, carne y carne, pero la noche me devolvió a la realidad, allí estaba ella, lejana, altiva, presente, como una diosa que evita esconderse.
Cada luna tiene un lado oculto, ese que nunca se ve y este es al que dedicaron su álbum Pink Floid.
Dicen las lenguas envenenadas que esa música psicodélica fue fruto de un episodio de LSD, pero yo cuando la escucho me lleva al mundo de tiempo, de imaginación y de sueños inexistentes.
Bienvenidos al lado oculto de la luna, donde cada uno de nosotros somos lo que somos, donde desnudamos nuestras almas y no importan los cuerpos, donde el único alucinógeno es la vida.
Va por vosotros
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